Alejandro Aura

Mis poemas y otros escritos.

Después de la tormenta

Posted by aura en viernes, 3 agosto, 2007

Qué cosa comerá adentro de mí la quimioterapia que me hace bajar un kilo cada día; antier pesaba 69; ayer, 68; hoy, 67; a la misma hora, en ayunas, después de ir al baño y sin haber alterado mayormente mis hábitos. Las partículas de laboratorio, ¿se comerán cualquier cosa o andarán escogiendo dentro de mí los mejores filetitos de mi pulpa? ¿Se llevarán de todo o buscarán sólo lo rojo y luminoso? ¿Les dará igual blando que duro? ¿Roerán hueso y cartílago en su voracidad? ¿Manducarán también basura, escorias, heces, melancolías, jugos renales, viscosidades sin provecho? Esta vez no he perdido el apetito, anoche cené tres quesadillas y una taza de jugo de carne y al medio día comí normal; uf, y por la mañana me di un atracón de fruta. Por fortuna no duran muchos días sus bacanales; comen y se van; tres o cuatro días, creo. Estaré pendiente con la báscula antes de darme por salvado.

Ahora me veo obligado a interrumpir por un par de horas este vital comunicado porque me van a poner unos listones de colores por dentro para pasarme por un tubo que dirá, con su sabiduría calculada de máquina, cómo voy. Dentro de dos semanas sabrá el oncólogo si me da otro arponazo o me deja unos meses para que vuelva a pastar tranquilamente por los verdes prados. A mí ni una cosa ni otra me alteran. Yo trabajo igual pase lo que pase. A lo que escribo los kilos no le importan. Y me siento bien. Al rato sigo….

…El verano sí que les puede: todos tranquilos, de buen humor, despacitos; me metieron al TAC una hora después de la cita porque pues qué prisa, es verano. Y yo feliz; pues sí, qué prisa. Lo único es que como fui en ayunas mientras el yodo investigaba en los conductos de mis venas qué partes eran más susceptibles de colorearse la sensación de hambre me iba subiendo por las vías externas.

Pero no; si mi preocupación era volver a esta página para explicarles que si la letra está muy pequeña ya la agrandaremos, que se aplicará Milagros con el diseño, que lo que falta volverá a estar, que poco a poco todo el disgusto será memoria.

Me pregunta Jaime Avilés si quiero que lo cuente o será mejor callar, y esto le contesté: No me parece mal que lo cuentes, Jaime y que des de nuevo la dirección; yo ya la hice pública con el mail que mandé a todos mis directorios; lo que debo cuidar celosamente es el password. Tampoco entiendo mucho del ciberchiste pero no voy a pelear con ellos por medio de hackers ni por ningún otro; me retiro a un lado, abro otro espacio y listo. Ni siquiera creo que sea algo en mi contra ni que tengan idea de quién soy ni quiénes son mis posibles lectores; más bien pienso que son terroristas que tienen objetivos pagados por quién sabe quién en quién sabe dónde y tienen que cumplir con ciertas estrategias que sus teóricos les han definido para lograr ve tú a saber qué objetivos que persigue quien les paga, al que seguramente no conocen.

De todos modos, fea y todo, está curiosa la experiencia.

17 respuestas to “Después de la tormenta”

  1. Rosa said

    Siempre llega la calma…

    Aunque creo que nunca la perdiste…

    La vida te ha traído una prueba infinitamente más dura que perder un blog y la estas superando con paso firme y mente despejada.

    Flaco o grueso el «envase», el interior permanece de calidad intacto.

    ¡Un abrazo!

  2. Manuel Rodríguez said

    Alejandro: que la TAC encuentre límpio tu cuerpo, de tu espíritu no tengo duda.

  3. Gem@ said

    Puedes perder un kilito más o uno menos Alejandro pero lo que no vas a perder nunca es esa fuerza con que sabes llevarlo todo. Eres un ejemplo a seguir para todos.

  4. MaE Reynaldos said

    Don Alejandro,
    Henry David Thoreua, un hombre tan sabio como usted, escribió un día que la salud se mide por la simpatía con la que se mira la mañana y la primavera… y al mirar usted con simpatía más (mucho más) que la mañana y la primavera, concluyo que es usted el ser humano más saludable del que, cuando menos yo, tenga noticia…
    ¡SALUD! desde Xalapa, Veracruz, México

  5. Ray said

    Estoy seguro que a un servidor, jamás se le ocurriría pensar en comer estando dentro de un TAC, estaría muerto de miedo.
    Envidiable fortaleza la suya.
    Saludos cordiales

  6. Lolylla said

    Soy nueva por aquí pero he querido dejar una pegada en tu «renovado» blog, ya que he leido lo que ocurrio con el otro, solo decirte que ánimo, mucha fuerza para seguir construyendo tu nuevo espacio, pero sobre todo para que tu fortaleza siga intacta ante cualquier situacion de la vida

    Un abrazo y ánimo!

  7. Me dio mucho gusto reencontrarte y ahorita mismo actualizo el vínculo a tu nuevo espacio. Abrazos.

  8. Félix said

    Felicidades por estar con nosotros y saber que vives eternamente, saludos sinceros desde la Huasteca Potosina.

  9. rod said

    No sabia que estabas enfermo! Lo unico que queda es echarle ganas porque la mente ayuda mucho en esa clase de enfermedades.
    Siempre que puedas olvida que lo estas.
    Un saludo.

  10. Enrique said

    Sr. Alejandro Aura.

    Ántes no le había leido. Retomando algo de lo que comentó Rod, déjeme decirle: ¡No se le siente enfermo!
    Al contrario, leerlo me da fuerzas en estos días en que mi madre inició sus quimioterapias.
    He de leerle su artículo a mi madre, para que ella también tenga la oportunidad de foratlecer su espíritu.

    Saludos.

  11. Luis Hernández Romero said

    Admirado Alejandro:
    ¡Qué bueno volver a tu página! Y se lo debemos a Jaime Aviles. hace ya como 25 años a tu colega Marcela del Río le daban 6 meses de vida. Su esposo el gran violinista Ermilo Novelo la internó en un hospital en Estocolmo; pero ella rebelde,en una salida del hospital tiró a la basura la medicina (industrial; y se curó con un método de medicina natural de un tal Lezaeta; y hasta donde tengo noticias aún vive y escribe. TE escribo esto porque me importa dem asiado tu salud y tu escritura y porque además creo que la medicina institucional o alópata es el negocio de la enfermedad y la muerte; como todo lo que trae en si el caital.
    Solidariamente:
    luis hernández romero

  12. Luis Hernández Romero said

    Alejandro.
    Olvide decirte que el padecimiento de Marcela del Río fue un cáncer en la garganta. Es más trata de comunicarte con ella. Me parece que el que te puede comunicar es Rene Avilés Fabila.
    luis hernmández romero

  13. Entre enfermedades y ungüentos

    Poema Para Alejandro Aura

    Vuelvo a ti
    Como se vuelve a pinchar una llaga
    Y este líquido extraño que me sana

    Vuelco a ti
    Como la herida que no cesa
    La grieta que es tu ausencia
    Y sólo ensancha

    Heme aquí
    Echado en tu presencia
    Lamiéndome las patas
    que esperan tu caricia

    y después de estos años
    adonde te ungüento
    justo aquí en el bus stop de Jacobstraat
    y no sabes qué alivio.

    Un abrazo desde Holada de un Hidalguense que le admira.

  14. Iván said

    Estimado Alejandro,

    Pues sí, qué le vamos a hacer, eso de la quimio está bastante jodido, yo llevo unos seis meses en esto y creo que al fin voy pa’fuera, al menos eso espero, a finales de agosto TAC y PET y tal, ya sabes, para no perder la costumbre.

    Un día poco antes de los 10,000 visitantes apareciste quien sabe por qué razón en mi correo y bueno, ahora resulta que además de vivir en Madrid los dos estamos en manos de los médicos =oncólogos= españoles. Por cierto: que putada lo de los ciberterroristas.

    Pero por lo pronto todo chido porque vengo de mis vacaciones en la sierra de Huelva y cuando quieras nos lanzamos, que en una semana recuperé lo que con tanto pesar había perdido en un par de meses. ¡¡¡Viva el jamón de Jabugo, el Morcón, los huevos y legumbres de granja, el pan recién horneado, y el maravilloso entorno, vivan la Finca Santa María y Javi su dueño!!!

    Desde la colina de los chopos y ya de vuelta. Iván

  15. julio said

    buen blog. Siento que os haya ocurrido lo del hackeo. Muchos animos y adelante

    Julio
    A Lareira Máxica
    http://alareiramaxica.blogspot.com/

  16. Estela Davis Garayzar said

    Ayyy Alejandro…
    No sabía que estabas enfermo y mucho menos de esa cosa tan tremenda que es el CA. Te lo dice una sobreviviente que todavía ayer tuvo su cita cuatrimesina con el oncólogo.
    ¿Qué pasa con los mexicanos que se van a España? Mi amigo Javier Castro Solorzano, está igual en tratamiento oncológico allá.
    Por lo pronto te digo que la vas a librar sobre todo por el carácter que tienes. Eres muy fuerte y estás ocupado que es lo principal. Sigue las instrucciones de los médicos y olvidate de lo demás. Te recuerdo flaco así que puedo imaginarte en 67 kilos, sólo come bien y lo que debes.
    Te quiero
    Estela
    P.D. tambien al buscar tu sitio se me aparecio uno de Bolivia, entendi que fuiste víctima de los hackers que el infierno se los lleve…

  17. tere monterrubio said

    Amadísimo Alejandro:

    Ya pueden entrar 100 hackers!!! Estamos juntos. Las Aureolas siempre pendientes.

    Un beso y mil abrazos.

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